viernes, 5 de junio de 2009

De basurero

Lo tenía en sus manos. No era muy especial, ni muy parafernálico, era un simple regalo. Lo guardó porque pensó que debía mostrárselo en persona, asique espero... a pesar de que nadie llamó.

El día que llegó estaba tan emocionada, con el regalo entre sus manos con una sonrisa tímida, y cuando se lo mostró él sin prestar atención lo dejó a un lado, y el regalo cayó al suelo. Sí, se había roto por supuesto. Ella sonrío y dijo que no importaba y le ofreció un té.


Pero sí le importaba.

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